El Real Madrid volvió a mostrar solidez en el Santiago Bernabéu tras vencer 2-0 al modesto Bouchet en un encuentro que sirvió para rotar jugadores y seguir afinando detalles. Uno de los grandes protagonistas fue Thibaut Courtois, quien, una vez más, demostró por qué es uno de los mejores porteros del mundo con una atajada espectacular que evitó el empate en la segunda mitad. Muchos aficionados aprovecharon el buen momento del club para lucir la nueva camiseta Real Madrid triple A, que ya es tendencia entre los seguidores más apasionados.
Carlo Ancelotti apostó por una mezcla de titulares y suplentes, pero mantuvo la estructura habitual que ha dado tan buenos resultados en la temporada. El primer gol llegó temprano, gracias a Brahim Díaz, quien capitalizó un pase filtrado de Arda Güler y definió con clase ante la salida del portero rival. La presión alta del Madrid durante los primeros 25 minutos ahogó cualquier intento de reacción del Bouchet.
El dominio local fue claro, aunque Bouchet logró un par de llegadas de peligro antes del descanso. Fue entonces cuando Courtois se hizo gigante, volando hacia su poste izquierdo para desviar un disparo que parecía gol cantado. Esa parada fue determinante para mantener la ventaja y evitar que el partido se complicara innecesariamente.
En la segunda parte, el Madrid bajó el ritmo, pero continuó controlando la posesión. Luka Modric, quien ingresó en el minuto 60, aportó experiencia y circulación de balón. Fue precisamente en una jugada colectiva iniciada por el croata que llegó el segundo gol: Fran García centró desde la izquierda y Joselu, de cabeza, mandó el balón al fondo de la red para sellar el 2-0 definitivo.
El encuentro también sirvió para ver en acción a jóvenes promesas como Nico Paz, que continúa sumando minutos con personalidad y calidad. La defensa, liderada por Nacho y Militão, apenas concedió espacios en los últimos minutos, consolidando una portería a cero que siempre es bienvenida en el vestuario blanco.
El triunfo, más allá del resultado, refuerza la idea de que el equipo tiene plantilla para competir en todas las competiciones, rotando sin perder eficacia. Además, los regresos paulatinos de jugadores clave, como Mendy y Ceballos, ofrecen más alternativas tácticas a Ancelotti.
Con una afición entregada y un equipo cada vez más compacto, el Real Madrid sigue sumando confianza. Y mientras el plantel sigue rindiendo al más alto nivel, los aficionados no pierden la oportunidad de demostrar su pasión luciendo sus camisetas de fútbol baratas, que se han convertido en símbolo de orgullo y fidelidad al escudo merengue.